Los gemelos Daniel y Javier Díaz tienen apenas 10 años pero ya son famosos en toda la provincia. Y no precisamente por ser uno la copia exacta del otro, sino porque ambos recorren los escenarios tucumanos cantando temas de Los Tucu Tucu, del Chaqueño Palavecino y de otros artistas que han aprendido a admirar. De hecho, en el último Festival de Bella Vista, el carismático dúo originario de esa misma ciudad, cantó junto al legendario Néstor Garnica la chacarera "El olvidao". Y el jueves, recibirán un reconocimiento por parte de la municipalidad de esa ciudad por su aporte a la cultura. "Soñamos con representar a Bella Vista en todos los escenarios del país. Nosotros somos hijos de esta ciudad y la queremos mucho", dijo Javier, el más verborrágico de los gemelos.

Historia de triunfos

Daniel y Javier comenzaron a cantar a los cuatro años, en fiestas familiares, hasta que un productor los animó a presentarse en distintos festivales. Así, comenzó el derrotero de los gemelos por el Festival del Limón, la Feria de Simoca y la Fiesta de la Empanada, además de otros encuentros fuera de la provincia. Hasta tuvieron la posibilidad de cantar con los Tucu Tucu, un tiempo antes del accidente que se llevó la vida de dos de sus integrantes. "Ahora hacemos temas de los Tucu como homenaje a ellos", contó Daniel, el más afecto a los temas del legendario grupo tucumano.

Su derrotero por los festivales es cansador. Pero los niños ni se inmutan. Por el contrario, parecen disfrutarlo. "No nos cansa esperar nuestro turno para salir a escena. A veces nos toca cantar a la madrugada, pero nos aguantamos porque esto es lo que nos gusta", dijo Javier. Su padre, sin embargo, trata de preservarlos. "Ellos nacieron con el don de la música en la sangre", señaló Armando Díaz. Sin embargo, aclaró que Daniel y Javier todavía son muy chicos para la frenética vida que debe llevar un artista. "Siempre que vamos a un festival, pedimos que la presentación de los gemelos sea lo más temprano posible, porque de lo contrario se duermen. Además, no queremos que se saturen. Son chicos todavía y, a pesar de que se pasan el día cantando, también tienen otras inquietudes. Lo que pretendemos sin duda es que tengan una niñez muy normal", señaló el padre. Una de esas inquietudes es aprender música. "A mí me gusta mucho la guitarra. Toco algunas canciones, pero mi papá dice que debo empezar a estudiar para poder tocar como el Chaqueño", declaró Javier. También están estudiando canto y vocalización, para mejorar la interpretación de los temas.

Los gemelos cantores iniciarán pronto un derrotero festivalero que los llevará a presentarse en el Festival del Sauce, en Río Colorado, y en el Festival del Sulki, en Simoca. "El sueño de los chicos es llegar a un escenario mayor como el del Festival de Cosquín. Pero, para eso, hay tiempo", señaló el padre de los artistas.